Jose Losada y Angelachu. Santoña, 1957

José Losada y Angelachu. Santoña, 1957

Conservas Angelachu

Se llamaba Josefa Angela García Garay, pero todo el mundo la conocía como Angelachu. Siendo muy joven, comenzó a trabajar como sobadora, fileteadora y empacadora de anchoas de Santoña. A finales de la década de 1930 cambió su dedicación y se hizo ‘fresquera’, junto con su marido José, abasteciendo en Santander a sus primeros compradores del mercado de la capital. La pesca articuló el relato de sus vidas y con los años este se fue ampliando con sus hijos. Al son de Angelachu, el nombre se hizo marca.

En 1950 la familia comenzó a elaborar y comercializar los Salazones José Losada en un fabriquín propio en la calle La Verde y una década más tarde, la venta de pescado en la Plaza de Abastos de Santoña. Ya en los años setenta, Angelachu y José se jubilaron y fueron unos abuelos muy cercanos a sus nietos.

Conservas Angelachu concentra en su origen lo vivido en el siglo XX, con generaciones anteriores, las enseñanzas del pasado, pero seguramente no existiría si la abuela Angelachu, al jubilarse, no hubiese continuado como labor y ocio lo que siempre hizo desde pequeña: elaborar sus propias anchoas, que eran demandadas por la clientela de la pescadería. Fue de las primeras ‘tarreras’, si no la original. Sus nietos -y especialmente Silvia- compartieron tiempo y mañanas de verano con ella, escuchando sus historias sentados alrededor de una gran mesa rectangular, conociendo el aroma del salazón al abrir unos trapos exprimidos, el fileteado, la limpieza minuciosa, el embotado… De no haber convivido en aquellas vacaciones veraniegas, entre curso y curso, seguramente no habría existido una semilla lo suficientemente fuerte como para que muchos años después naciera la actual conservera.

Conservas Angelachu inició su actividad en febrero de 1999, comercializando Anchoas del Cantábrico en cuatro presentaciones distintas; ahora dispone de unas cuarenta referencias de productos y formatos que consumen restaurantes, tiendas especializadas y apasionados de las buenas conservas de nuestro país y muchos otros residentes en países como Italia, Francia o Australia.

Dos retratos de los abuelos Angelachu y José presiden la entrada de la fábrica. Por ellos, por lo que vivieron y por lo que transmitieron a sus sucesores, Conservas Angelachu trabaja a diario con un respeto absoluto a la auténtica labor artesanal.

Elaboración artesanal certificada

Las anchoas Angelachu exhiben el sello CC Calidad Controlada ‘Anchoa de Cantabria’ -desde su creación, en primavera de 2015-, que está gestionado y controlado por la Oficina de Calidad Alimentaria del Gobierno de Cantabria. Tal certificación es posible por cumplir tres requisitos: materia prima del Mar Cantábrico, capturada en costera de primavera y elaborada íntegramente en Cantabria.

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